«Virtualidad obligatoria viola el principio de gratuidad y excluye a 25.000 estudiantes»
Lo dijo la secretaria general de la FUM-TEP, Elbia Pereira, quien agregó que la obligatoriedad educativa «es un principio de la época de Varela» que en nuestro país «nace como una oportunidad, como un derecho».
La maestra Elbia Pereira, secretaria general de la Federación Uruguaya de Magisterio-Trabajadores de la Enseñanza Primaria (FUM-TEP), afirmó que la obligatoriedad educativa «es un principio de la época de Varela, lo que nace como una oportunidad, como un derecho para que todos los niños, todos los uruguayos puedan tener garantizado ese derecho a la Educación», lo cual es de rango constitucional, y aclaró que «la virtualidad obligatoria dictada por el gobierno no tiene nada que ver con este principio».
«¿Eso es lo mismo que hacer obligatoria la conexión a través de una virtualidad?», interrogó retóricamente respecto de la decisión oficial, para responder a continuación que «no, no tiene nada que ver» con «un principio» que respalda el ejercicio de «un derecho» fundamental, recalcó al ser entrevista en «Mejor Hablar» de radio M24.
Además, destacó que «al obligar a que los niños mantengan el contacto con las instituciones escolares a través de únicamente la virtualidad, empieza a hacer agua porque no todos los niños tienen las mismas condiciones económicas, materiales, locativas, tecnológicas en sus hogares y acotó que «no es gratuito el acceso efectivo a las plataformas educativas como ´CREA´, dado que para conectarte necesitás tener el acceso a internet y eso tiene un costo mínimo».
Resolver la situación
Y fue más allá la dirigente al sostener que «el 5% del alumnado carece de acceso según el dato oficial publicado por las autoridades del sistema educativo. Y si bien parecería algo pequeño dicho guarismo, son 25.000 niños que no tienen ese acceso a través de la virtualidad», lo cual, argumentó, deja en evidencia que «no tienen todos los niños la misma oportunidad» porque muchos de ellos «no tienen los dispositivos en la familia o no tienen la conexión a internet», remarcó. Pereira puso como ejemplo que, en un aula, «de 23 alumnos, este lunes se conectaron 8».
La sindicalista instó al gobierno a que «25.000 niños no pueden quedar solo en un número, tiene que haber estrategias definidas para llegar a ellos, lo que supone posibilitar que el docente pueda llegar a la familia de cada uno, que se visualicen esos 25.000 estudiantes y se sepa qué necesitan. Se trata de ver cómo esos chiquilines no nos quedan por fuera del sistema», por lo que «son las autoridades educativas quienes tienen la responsabilidad de asegurar esta Educación para todos, tienen que pensar también en estos 25.000 estudiantes y tener estrategias» previstas que contemplen las soluciones».