Centro de represión durante elPlaca de la memoria en el ex Cgior

Estuvimos como vecinos en la colocación de la placa de la memoria en el ex CGIOR. Digámonos correctamente, en la calle, donde se levantó un estrado para que hablaran con sentidas palabras las personas elegidas para hacerlo. Allí bajo un frío gélido, lo que sentimos parecía mas un escrache que a un lugar de recordación del martirio de sindicalistas y estudiantes. El lóbrego edificio permaneció cerrado a cal y canto y por supuesto ninguna participación de uniformados, que significaran con su presencia el no estar de acuerdo con aquel ejercito cómplice y ejecutor de políticas extranjeras al servicio de poderosas fuerzas económicas dispuestas a matar y desaparecer personas. Espero y lucho para que en un futuro mis nietos puedan entrar al viejo cuartel y ser recibidos por ciudadanos uniformados, en quienes podamos confiar por su sujeción a la constitución y las leyes que otros no dudaron en violar. Y hasta quizás, ser invitados con un café caliente para mitigar el frío de aquel pasado dándonos el calor de la confianza de que no lo volveremos a vivir.