Dos uruguayos participaron de la histórica consagración de Defensa y Justicia en la Sudamericana
Miguel Merentiel y Washington Camacho tuvieron minutos en la final que el equipo de Hernán Crespo le ganó 3-0 a Lanús.
Los hinchas del humilde Defensa y Justicia vivieron su tarde más gloriosa en Córdoba, donde su equipo se metió en la historia al quedarse con la Copa Sudamericana tras ganarle 3-0 la final a Lanús. Adonis Frías, Braian Romero y el uruguayo Washington Camacho fueron los autores de los tantos que quedaran grabados a fuego en la memoria de la institución.
Sin lugar a dudas, el elenco dirigido por Hernán Crespo hizo méritos más que suficientes para quedarse con el valioso trofeo: desplegó un nivel futbolístico que desmiente a quienes afirman que es necesario tener un plantel que cueste millones para poder jugar con la pelota pegada al piso y con plena vocación ofensiva.
Camacho no fue el único futbolista celeste que dejó una huella imborrable en la institución. También lo hizo Miguel Merentiel, el sanducero de 24 años que fue formado en Peñarol. Al igual que su compatriota, ingresó durante el segundo tiempo del partido con Lanús.
«Volvimos a hacer historia»
Con una enorme sonrisa dibujada en el rostro y la bandera uruguaya colgada en los hombros, Camacho habló sobre el valioso logro. «Volví al club porque sentí que podía pasar algo así. Fue muy difícil este semestre con la familia lejos. Este club me volvió a dar lo que me dio en su momento, en aquel 2014. La verdad que es impresionante vivir una alegría como esta en el club», dijo.
Además, contó que fue su despedida de Defensa y Justicia. «A nivel personal, ayer les comuniqué a mis compañeros que este era mi último partido en el club. Tengo pensado irme a Uruguay. Poderme ir de esta manera, regalándole al club algo tan importante, seguro que tanto para ellos como para mi va a ser importante», reveló.
Por último, destacó: «Vine, disfruté, volvimos a hacer historia. Son cosas que no se borran nunca más».
No dejen de aplaudir
Otro campeón que dejó escuchar su voz tras la histórica campaña fue Hernán Crespo, quien compartió lo que considera es el mensaje más importante que deja esta consagración.
«Si te dedicas, si tenes disciplina, si tenes la fuerza de no bajar los brazos pese a los inconvenientes. Pensar que no hay cortar camino. El camino de la educación es clave: respetamos a los árbitros, a los adversarios. Ese mensaje que el equipo dio, de que podes pertenecer a un lugar chico y ser grande, es importante no solo en lo deportivo sino en lo social. Es un mensaje enorme para todos», dijo.
Además, quien en el pasado fue goleador en varios clubes del mundo y ayer celebró su primera conquista como entrenador, contó qué habló con el equipo antes de que salieran a jugar la final: «Hay pocos mensajes para dar. No me quería ni acercar. Quería solamente limitar el daño. Los miraba y eran leones enjaulados. Se veía que tenían hambre de gloria, que sabían lo que querían hacer, así que había poco para hablar».